Salud y bienestar garantizados

 Creo que el camino hacia la salud no solo involucra la medicina en si,  sino también los aspectos físicos, mentales, espirituales, emocionales y sociales de la persona. Cada individuo tiene un potencial curativo innato, expresado como una Fuerza Vital , que debe ser estimulada, no bloqueada o suprimida.

Creemos que usted, el paciente, debe hacerse responsable de su salud, mientras que nosotros estamos aquí para guiarlo y ayudarlo en esa búsqueda. No es nuestro objetivo dictar, sino formar un equipo con usted para negociar y planificar la mejor manera de lograr una salud óptima.

Esta es la esencia de un enfoque holístico e integrador de la salud.

Cuidando tu salud integral.

MedicinaOrtomolecular

La medicina ortomolecular previene y trata enfermedades proporcionando cantidades óptimas de sustancias que están presentes normalmente en el cuerpo y el cerebro. Esto significa que podemos mantener una salud ideal y tratar enfermedades mediante una dieta adecuada con la adición de suplementos de vitaminas, minerales, grasas esenciales, hormonas y aminoácidos. En más de 80 años de uso, la medicina ortomolecular ha demostrado ser segura y eficaz. Mejora el poder curativo natural del cuerpo para combatir enfermedades crónicas.

El término "Ortomolecular" significa la molécula correcta y fue acuñado por Linus Pauling en 1968. A menudo se usa indistintamente con terapia nutricional. La terapia nutricional debe ser la primera opción para el tratamiento y la prevención de enfermedades. Los medicamentos farmacéuticos solo deben emplearse una vez que los cambios en el estilo de vida y la terapia nutricional no hayan logrado producir cambios.

Las vitaminas en pequeñas dosis evitarán enfermedades por deficiencia como el beriberi y el escorbuto. Se supone que se encuentran cantidades suficientes de vitaminas en una dieta bien equilibrada. Las vitaminas en dosis óptimas [mega] pueden utilizarse para prevenir y tratar una variedad de afecciones que no se consideran enfermedades por deficiencia de vitaminas. Las dosis efectivas suelen ser decenas o cientos de veces superiores a la dosis diaria recomendada oficial. En estos niveles, las vitaminas actúan más como medicamentos, con efectos terapéuticos, pero con efectos adversos mínimos o nulos.

Gran parte de la investigación sobre vitaminas ha utilizado dosis bajas e inadecuadas y no ha logrado informar sobre resultados clínicos. Los investigadores que han utilizado vitaminas en dosis altas durante los últimos 80 años han informado constantemente de resultados excelentes. En la década de 1940, Frederick Klenner curaba la esclerosis múltiple y la polio con megadosis de vitamina C, y William Kaufman curaba la artritis con grandes dosis de niacina y otras vitaminas. En la década de 1950, Wilfrid y Evan Shute curaban una variedad de enfermedades cardiovasculares con vitamina E, y Abram Hoffer utilizaba niacina para curar la esquizofrenia, la psicosis y la depresión. En los años 60, Robert Cathcart curó la gripe, la neumonía y la hepatitis con altas dosis de vitamina C. En los años 70, Hugh Riordan desarrolló protocolos para curar el cáncer con vitamina C. Recientemente, Atsuo Yanagisawa ha demostrado que la enfermedad por radiación puede tratarse con terapia con vitamina C.

Como las vitaminas no pueden patentarse, las compañías farmacéuticas tienen poco interés en realizar investigaciones clínicas sobre terapias con vitaminas. De hecho, a menudo difunden información contradictoria y despectiva sobre las terapias con vitaminas, ya que se sienten amenazadas por los posibles éxitos de las vitaminas.